El coronavirus y la victimización del gobierno de facto
El gobierno, presidida por Jeanine Áñez vive una catástrofe interna debido a que parte del gabinete está contagiado con coronavirus, por lo que hacen un giro en su errática política sanitaria para conseguir réditos electorales a través de la victimización ante los electores.
Al igual que Áñez, varias autoridades como el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez; la ministra de Salud, Eidy Roca; el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra; el ministro de Minería, Jorge Fernando Oropeza; el de Economía, Oscar Ortiz y los viceministros Israel Alanoca, Jorge Luis Vaca flor, Guido Melgar y Javier Issa y la canciller Karen Longaric están contagiados con Covid-19 y curiosamente todos son asintomáticos.
Otras autoridades gubernamentales que dieron positivo son el Coordinador con movimientos sociales, Rafael Quispe; el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Guillermo Aponte Reyes; y el director general del Instituto Nacional de Estadistica (INE), Yuri Miranda, entre otros.
Pero lo paradójico de la masiva infección de autoridades gubernamentales es que gran parte de ellas son asintomáticas, lo que desata muchas interrogantes. Lo que está claro es no forman parte del grupo más vulnerable de la sociedad y no requieren de atención especializada, cuando la mayor parte de enfermos claman por una cama en los hospitales, un respirador artificial o que les tomen una simple muestra.
Áñez y varios ministros fueron vistos en acto públicos con una tarjeta celeste conocida como “shut out” o “block out”, muy usadas en algunos países asiáticos porque aseguran bloquear virus. A esta parafernalia se suman barbijos N95 y otras medidas de seguridad. Pero aún así contrajeron la enfermedad.
Un viejo refrán dice que la ocasión hace al ladron. Las autoridades no dejan pasar la oportunidad para aparecer como ‘victimas’ para intentar que la población les otorgue su apoyo en las elecciones generales. Una irresponsabilidad política en tiempos de coronavirus.