Murillo y López arman a pandilleros racistas para atacar al pueblo y campesinos
Los ministros de Gobierno, Arturo Murillo y de Defensa, Fernando López equiparon con armas de fuego a la Unión Juvenil Cruceñista, a la Resistencia Juvenil Cochala, y a otras pandillas racistas para atacar a los trabajadores y campesinos que tienen más de 100 puntos de bloqueo en el país, según informaron algunos componentes de esas agrupaciones.
Miembros de la Resistencia Cochala anunciaron que procederán a defender al Gobierno interino de Jeanine Áñez en La Paz, donde el sábado en horas de la noche intentaron desalojar de la plaza Avaroa a los huelguistas de hambre que protestan contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que de manera inconsulta cambió la fecha de las elecciones generales del 6 de septiembre al 18 de octubre.
Con armas blancas y de fuego, los también denominados motoqueros de Cochabamba, amenazaron con gritos racistas a los jóvenes huelguistas de la ciudad de El Alto en la plaza Avaroa donde se encuentran las oficinas del TSE y mencionaron que el gobierno, específicamente los ministros Murillo y López proveyeron de armas a esa agrupación.
En Santa Cruz, la Unión Juvenil Cruceñista también anunció el desbloqueo de los caminos con armas de fuego o con lo que esté a su alcance. Esta agrupación se caracterizó desde 1957 por su tendencia racista y de ultraderecha. En 2008, se convirtió en el grupo de choque de los separatistas Branko Marinkovich, Rubén Costas, Carlos Dabdouv y varios otros que proclamaban la valcanización (guerra civil entre collas, cambas y quechuas) de Bolivia y el separtismo.
En este contexto, el expresidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz y candidato a la presidencia por la agrupación Creemos, Fernando Camacho, con expresiones de desprecio al habitante del occidente y a los indígenas de Bolivia, pidió en un video la intervención de esos grupos violentos en los puntos de bloqueo.
En aras de esa convocatoria la Unión Juvenil Cruceñista utilizó armas de fuego para realizar el desbloqueo en la Chiquitania. Esa intervención dejó varios heridos de bala, de acuerdo con información proporcionada por la Defensoría del Pueblo.
En esta misma línea, se informó desde La Paz, que el ministro Murillo instruyó a la Unión Juvenil Cruceñista y a la Resistencia Cochala dinamitar represas para dejar sin agua a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz con el objetivo de culpar al Movimiento Al Socialismo (MAS) de esos hechos y profundizar la crisis sanitaria.
La resistencia Cochala y la Unión Juvenil Cruceñista, de la cual formó parte Camacho, participaron en toda la asonada civil militar de octubre y noviembre del año pasado con abusos a la gente que se resistía a montar el golpe de Estado. A fuerza de palos y armas de fuego defendieron a quienes pusieron en el Gobierno a Jeanine Áñez, responsable de las masacres de Sacaba y Senkata que dejaron al menos 36 personas asesinadas a bala.