Masacres, desfalco, corrupción galopante y amenazas de Murillo obligan a Añez a bajar su candidatura
Jeanine Áñez ha bajado su candidatura a la presidencia del país, acosada por sus propios delitos y errores. La galopante corrupción, los asesinatos de Sacaba y Senkata donde se asesinaron 39 personas y el desfalco de las arcas de estado y el estado policial que ha querido imponer a los bolivianos la han acorralado a ella y a su compañero de formula, Samuel Doria Medina.
De los casos de corrupción que se hicieron públicos y que se pueden nombrar están al menos 50 escándalos de corrupción en 10 meses del gobierno de transición, entre los que están la compra de los respiradores españoles y chinos, ambos con sobreprecio, la adquisición también con sobreprecio de la gases lacrómimógenos por más de dos millones de dólares, los desfalcos de Entel, Boliviana de Aviación (BOA), la entrega de YPFB a Petrobras, así como la compra de irregular de seguros, en la estatal petrolera y los caterings por 400 bolivianos para los trabajadores, la venta de cargos en los ministerios, una serie de procesos observados en la compra de insumos médicos contra el Covid-19, los viajes de la hija de Áñez o del ministro de la Presidencia Yerko Núñez, en los aviones del estado, haciendo uso indebido de los bienes del país, sólo por nombrar algunos.
En lo que respecta a las masacres de Sacaba y Senkata, existen las muertes de 39 indígenas asesinados por las fuerzas militares y policiales a cargo tanto del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, y de Defensa, Fernando López Julio, a quienes junto al gabinete de Áñez les espera un juicio por genocidio y delitos de lesa humanidad, estos hechos hasta el momento no tienen una investigación iniciada, lo que ha sido observado por diversas instituciones internacionales de derechos humanos. Así mismo, desde que Áñez se autoproclamó como primera mandataria del país, se ha instaurado un estado policial en Bolivia, de la mano de su ministro Murillo, quien ha ejecutado persecución política, utilizado a la policía y a la justicia contra cientos de ciudadanos lo que ha menoscabado la imagen del gobierno en la sociedad y a nivel internacional, puesto que son muchos los pedidos de organizaciones de derechos humanos de que cesen esas acciones.
Otro de los aspectos, es la constante salida de recursos económicos, por cientos de millones de dólares del Banco Central de Bolivia (BCB), los mismos que se desconoce en qué fueron utilizados, aunque salieron con pretexto de contrarrestar la pandemia por el Covid-19, siendo, que sin embargo, Bolivia ha sido catalogado como de uno de los países que peor a manejado la emergencia sanitaria teniendo un alto índice de muertos por cantidad de habitantes.
Otro de los aspectos de lo que no existen infoemación en la utilización de los dineros de las donaciones internacionales que han hecho al país tanto instituciones financieras como países amigos, y de los que el gobierno de Áñez se niega a rendir cuentas.