Monumentos, cuadros en los pasillos de la escuela, manuales, libros de historia y un sin fin de espacios donde los hombres fueron siempre considerados los héroes de la patria. ¿Y las mujeres?
Hace un tiempo que empezamos a conocer la historia de ellas, de esas mujeres que salieron a luchar por la Independencia y a romper las cadenas de colonialismo en nuestra región, y que a lo largo de la historia fueron invisibilizadas. Afrodescendientes, originarias y mujeres de diferentes puntos de la región fueron también las protagonistas de la Independencia. Manuela Pedraza fue una de ellas. Participó de la defensa de Buenos Aires ante las invasiones inglesas, en agosto de 1806. Logró un alto rango y fue una de las primeras reconocidas de la época. Juana Azurduy participó de las Revoluciones de Chuquisaca y La Paz, y de la Revolución de Mayo, sumándose al ejército que lideraba Juan Manuel Belgrano. Comandó tropas y libró más de treinta batallas. Juana en los últimos años se fue convirtiendo en la gran heroína de las infancias.
María Remedios del Valle fue nombrada Capitana en el Ejército del Norte. Siete veces estuvo María Remedios a punto de ser fusilada, y seis fueron las graves heridas de sable que recibió su cuerpo.
Solo tres mujeres traemos hoy a la memoria en este 9 de julio, pero sabemos que existieron más. Bartolina Sisa, Manuela Saénz, Machaca Güemes, y muchísimas más fueron parte de la libertad de los pueblos de américa, como también las anónimas que hicieron posible la Independencia, de la que tanto se habló, se habla, ignorando el peso de las mujeres en los frentes de batalla y en la lucha revolucionaria.