La DICTADURA BOLIVIANA A MERCED DEL CORONAVIRUS
(PERIÓDICO RENACER).- Una mujer embarazada, una beba y trabajadores de la salud son nuevas víctimas conocidas y el gobierno solo echa culpas en los demás ante su imprevisión.
Es típico usar las metáforas bélicas para tratar de graficar lo que el mundo hoy vive ante la pandemia, Macron dijo “estamos en una guerra frente a un ejército invisible” en Bolivia la titular de los trabajadores de Salud Pública señaló que se sentían “en una guerra donde los soldados estamos sin armas”.
Alguien que sabe sobre política y poder Don Vladimir Putin dijo hace 5 meses que en Bolivia “hay un vacío de poder” porque el poder no esta en el Palacio Quemado, el poder es un acuerdo entre los bolivianos de quien defiende los intereses del país. Añez es una tragedia como consecuencia de ese no acuerdo.
Añez nunca gobernó ni un club de futbol y le llegó por arte de magia ser presidenta de Bolivia, así como muchos de sus funcionarios que fueron al “asalto del estado” premios por ser parte del golpe, y de pronto vino el coronavirus.
Mientras se hacían los cambios en el Ministerio de Salud, el secretario privado de la presidenta Añez se da el lujo de confesar ante el New Yorker que es agente de la CIA, algo que sostienen muchos en el país andino-amazónico. Circuló la información no desmentida que el nuevo Ministro de Salud Navajas, además de ser el director de una Clínica Privada de La Paz es médico de la Embajada norteamericana. La designación del polémico Luis Larrea también puso en pie de guerra a un sector de la salud paceña. No son buenas señales.
Falta liderazgo para enfrentar esta situación, y la autoridad no se logra dándole órdenes a su población como si fueran soldados, porque además de la cuarentena tiene que haber una coordinación entre las distintos ministerios y el Sector de Salud junto con las gobernaciones que no existe.
Personeros de la Salud Pública y médicos en distintos departamentos señalaron a los pocos medios que se hicieron eco de su situación que ni ellos tenían las medidas de bioseguridad adecuadas para atender a la población y en algunos casos como respuesta encontraron a Ministros como Murillo que les respondía con amenazas.
Una muestra de como estaba el sector de salud hace pocos días fue el caso del empresario Richard Sandoval de 50 años llegado de EEUU al que le detectaron el covid 19 en una clínica privada porque en el SEDES correspondiente no se lo podían hacer. Según cuenta su hermana Vianka Sandoval “Mi hermano no murió de coronavirus, lo mató la incapacidad del gobierno y demás autoridades de salud. Ellos tendrán que responder por su muerte. Lo sacaron de una clínica privada donde estaba siendo tratado, para llevarlo a un hospital donde no tenían nada, tuvimos que comprar hasta las máscaras para el oxígeno, los medicamentos, no había internista, no estaba habilitado su UTI, no ayudaron en su pronto traslado para ponerlo en un respirador artificial. Nos cerraron todas las puertas. No les interesa salvar vidas, todo es palabrería de una vil campaña política. Nos tienen encerrados porque no tienen la capacidad de salvar a nadie”.
Una respuesta de la población ante la falta de autoridad es la desobediencia, y eso ocurrió en Santa Cruz que es el departamento mas castigado. Fue así que el ministro de Defensa Fernando López, hace lo que vienen haciendo todos los funcionarios de esta administración, echarle la culpa a otros de inoperancias propias, apuntó a las autoridades cruceñas porque la población no acata la cuarentena.
“Lo que tenemos que hacer es ser serios, trabajar en conjunto. Coordinando, con trabajo, sacrificio y unidad vamos a poder lograrlo”, le respondió Roly Aguilera, secretario general de la Gobernación cruceña.
Al día siguiente se anunció que Santa Cruz será militarizada desde el martes; “los ciudadanos en tiempos de guerra solo obedecen”, dijo el ministro Rojo.
Pero en esa misma jornada se conoció que en el país, unos 200 salubristas están aislados por sospecha de Covid-19 entre médicos, enfermeras, auxiliares, personal administrativo, manual y de servicio.
Lo que si consiguieron fue ayuda internacional, pero no se siente que haya llegado a destino y se preguntan donde fueron a parar los implementos sanitarios y las donaciones en euros y dólares.
Fuente: Periódico Renacer