Gustavo Petro y Francia Márquez asumen formalmente como presidente y vicepresidenta de Colombia

(TELESUR). Gustavo Petro y Francia Márquez fueron investidos este domingo como presidente y vicepresidenta de Colombia por el presidente del Senado de Colombia, Roy Barreras, acto que contó con la participación de la filarmónica de Bogotá, la espada de Bolívar, invitados internacionales y miles de asistentes en la histórica Plaza de Bolívar.
Tras su investidura, el presidente Gustavo Petro enfatizó que durante su administración se potenciarán políticas en pro de proteger la vida y la implementación del Acuerdo de Paz, donde tendrá como eje central el cumplimiento de la Constitución de 1991.
«Llegar acá representa recorrer un vida, la vida que no se recorre sola, nada existiría en mi sin mi madre, acá está mi padre, mis hermanos, mis hijos, mi esposa (quien acompañará a las mujeres de Colombia en su esfuerzo para salir adelante), aquí está el pueblo, las manos humildes del obrero de campesino y de las que barren las calles», reconoció el jefe de Estado.
El presidente se comprometió a cumplir con el Acuerdo de Paz, respetar el medio ambiente, propiciar integración regional, generar espacios de diálogo y combatir la desigualdad.
El mandatario catalogó esta nueva etapa como una segunda oportunidad de Colombia para terminar con la violencia y la pobreza extrema, «estamos contra todo pronóstico, contra los que no querían soltar el poder, pero lo logramos. Hicimos posible lo imposible, recorriendo y escuchando con ideas, con amor, con el corazón y el cerebro, desde hoy empezamos a trabajar para que más imposibles sean posibles en Colombia, si pudimos, podremos», enfatizó.
«Tenemos que terminar para siempre de seis décadas de conflicto, cumpliremos el Acuerdo de Paz, seguiremos a raja tabla las recomendaciones de la Comisión de la Verdad que nos cuenta de muertos (…) no podemos seguir en el país de la muerte y tenemos que construir el país de la vida. Este es el Gobierno de la vida, la paz y así será recordado, la paz es posible si desatamos en las regiones el diálogo social para encontrarnos en medio de las diferencias», dijo el presidente Petro.
Al mismo tiempo, el nuevo jefe de Estado explicó que para alcanzar la paz es necesario abrir canales de diálogo con todos los actores armados y no armados, «el Gobierno del cambio será descentralizado, trabajaremos desde Leticia hasta Punta Gallinas, desde Cabo Manglares hasta Isla San José, duele mucho la ausencia del Estado en varios puntos del país», añadió.
«La paz es posible si se cambia la política contra las drogas vista como una guerra por una política fuerte de prevención de consumo, es hora de una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado, ha dejado millones de latinoamericanos asesinados y que da 70.000 norteamericanos muertos por sobredosis cada año. La guerra contra las drogas fortaleció las mafias y ha llevado a los Estados a cometer crímenes», explicó el presidente Petro.
Cambios socioeconómicos
«Vamos hacer una Colombia más igualitaria con más oportunidades, la igualdad es posible si somos capaces de generar riqueza para todos y si somos capaces de distribuirla más justa, por eso proponemos una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento, por eso proponemos una reforma tributaria que lleve justicia», sentenció el jefe de Estado.
El presidente Petro insistió en la importancia de conducir a Colombia hacia la igualdad y para ello, se hace necesario inversión, trabajo y producción, «el gasto del Estado no es para las mafias políticas, es para la gente del pueblo, por eso planteamos una reforma tributaria, de salud y pensiones, de la educación, de un contrato social», acotó.
«Los impuestos no serán confiscatorios sino justos en un país que debe reconocer como aberración la enorme desigualdad social en la que vivimos, en un Estado que debe garantizar la transparencia del gasto y una sociedad que merece vivir en paz»; reiteró el mandatario.