Dictadura asesina impide el ingreso de fármaco que cura el coronavirus
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El gobierno de facto impide el ingreso al país del fármaco ruso Avifavir, el que en solo cuatro días hace que el 60% de los infectados con Covid 19 experimenten una disminución de carga viral y que salvaría la vida de cientos de pacientes graves.
Con el falso pretexto de que “no está suficientemente probada su eficacia contra el Covid 19”, la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología en Salud (Agemed), dependiente del Ministerio de Salud, no da paso a la solicitud de la empresa cochabambina Sigma Corp, para que pueda importar el medicamento y luego fabricarlo en el país.
Y esto, pese a que países como Chile, por ejemplo, ya han aprobado su importación porque se ha demostrado que el Avifavir reduce en un 50% la cantidad de días de hospitalización de pacientes críticos en unidad de cuidados intensivos.
La demora que ya lleva más de un mes en la otorgación del registro sanitario, impide a la empresa Sigma importar el fármaco, y luego fabricarlo en su planta de Santiváñez, no solo para venderlo en Bolivia, sino para distribuirlo también en Argentina, Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay y Uruguay, como establece el acuerdo que suscribió con Rusia.
El trámite para autorizar medicamentos, más aún tratándose de aquellos necesarios en la emergencia sanitaria, debería tomar 48 horas como máximo. Sin embargo, el gobierno de facto impide esta autorización porque el fármaco es de origen ruso, sin importarle las vidas humanas que se salvarían si estuviera disponible en el país.
En una situación como la de Bolivia, en que día a día se presentan cientos de casos nuevos y decenas de fallecimientos a causa de la pandemia, que el gobierno no permita el ingreso del Avifavir es un atentado criminal contra los enfermos.