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Bartolina Sisa: Símbolo de la Rebelión Indígena y valentía femenina contra la colonia española

(APC Bolivia). Considerada una de las mujeres originarias más valientes de la época al entregar su vida por la libertad de su pueblo; Bartolina Sisa, del pueblo aymara, protagonizó una rebelión contra la colonia española a finales del siglo XVIII junto a su esposo Túpac Katari (Julián Apaza), originario del pueblo aymara. La actividad desarrollada por Bartolina junto a sus padres en la comercialización de la coca y los tejidos de lana les permitió liberarse del sometimiento a los que estaban expuestos muchos indígenas en manos de los señores feudales, jefes militares y curas. Mientras Bartolina recorría la altiplanicie andina junto a sus padres, ella iba presenciando el estado de explotación, calumnia y miseria a los que escarmentaban los pueblos. Aunque los reyes católicos habían prohibido esclavizarlos porque según ellos tenían “alma”, pero millones siguieron muriendo sometidos.

Según el padre Franciscano fray Matías Balderrama, quien fue capellán de Túpac Katari, Bartolina Sisa era de mediana estatura, delgada de cuerpo y de facciones agradables. Montaba bien a caballo, dominaba el kurawa (onda) y el fusil.

Las mujeres durante esta época fueron las que mayormente sufrieron una explotación brutal por parte de los españoles, debido a que en la cultura aymara las mujeres por línea materna heredaban las tierras, los bienes y eran acreedoras de un gran respeto como mujeres debido a que para los aymaras la representación de lo femenino y lo masculino son un complemento para la armonía y el equilibrio.

SUS PADRES

El historiador Nicanor Aranzáes, cita en el folleto La Historia de Bartolina Sisa, que nació el 25 de agosto de 1750 en la comunidad de Ocuire, cantón Caracato, municipio de Sapahaqui, en la provincia Loayza del departamento de La Paz. Otros historiadores afirman que nació un 24 y otros alegan que se desconoce en qué fecha con exactitud nació.

Sus padres: José Sisa y Josefa Vargas, originarios del Alto Perú. Como se mencionó antes, ellos dependían del comercio de la coca y de los tejidos de lana para liberarse de los sometimientos a los que estaban condenados los pueblos originarios. Ante esta realidad, la familia Sisa se trasladó a la Villa de Sica Sica. A la edad de 19 años Bartolina logró independizarse económicamente y siguió trabajando.

SU RELACIÒN CON JUAN ZAPARA

Bartolina fijó su atención en un hombre dotado de una sabiduría tenaz, capaz y sagaz para dirigir la guerra comunitaria de ayllus para la época; se trató de Julián Zapara Nina. Hijo de Nicolás Apaza y Marcela Nina. Se dice que Nina nació en Ayo Ayo, provincia Sicasica, posiblemente en 1750. Formó parte del comercio de la coca luego de haber estado sometido durante dos años al trabajo forzado en las minas de Oruro. Recorrió cuantiosas comunidades que le permitió conocer la cruel realidad a los que estaban sometidos los nativos; a la esclavitud, agresión, violación y asesinatos. En uno de sus numerosos viajes y frecuentando los mismos lugares se conoce con Bartolina Sisa.  En ese dinamismo se conocen, se enamoran, se casan, y deciden emprender sus luchas por la libertad de los pueblos en manos de la colonia española.

En 1772, tuvieron el primero de sus cuatro hijos (tres varones y una niña). Según el historiador Alipio Valencia Vega, el primer hijo fue capturado en Perú por el general José Sebastián Segurola, en 1783, y se cree que fue asesinado. Los otros llegaron a sobrevivir porque cambiaron sus nombres y apellidos.

De igual forma, autores como Felipe Quispe Huanca (2007), narra que, “Túpac Katari viajó suficiente a las comunidades y haciendas de Umasuyus, Larecaja, Chulumani, Pacajes, Puno, Chucuito, Santiago de Waychu, Qaqiawiri, Inquisivi y otros; todo esto con fin de relacionarse aún más con los importantes y principales, alcaldes mayores, kuracas, jilaqatas, mandones comunales, y buscó dirigentes combatientes. Se dice que buscaron un hermoso disfraz, y el papel de comerciante, a fin de no despertar sospechas entre los hacendados españoles”

EJECUCIÒN CAMPAMENTOS MILITARES

En 1780 se agotan las vías de diálogo con los representantes de la corona española y estalla la insurgencia quechua-aymara en 1781, proclaman a Bartolina virreina, su esposo virrey del Inca y comienza el levantamiento en Ayo Ayo.

El 13 de marzo del mismo año, Sisa organizó junto a su esposo campamentos militares durante la sublevación en El Alto, en Chacaltaya; en Killi Killi; en el Calvario; en el valle de Potopoto y en las alturas de Pampahasi donde desempeñó un importante papel en todas las operaciones de guerra frente a 40 mil hombres y mujeres. Comandó un ejército de mujeres y hombres. Para junio casi cien mil rebeldes se habían sumado. Los indígenas tenían superioridad numérica y españoles contaban con armas de fuego.

Julián Apaza al enterarse de los levantamientos y de las posteriores ejecuciones comienzan a organizarse. En Chayanta (Potosí) lo lideró Tomás Katari, y en Cuzco, al sur de Perú; José Gabriel Condorcanqui, llamado Túpac Amaru II en Tinta. Micaela Bastidas una valiente mujer lideró el abastecimiento de las tropas, le correspondió conseguir y distribuir dinero, alimentos, agua, vestimentas y armas, se convirtió en la principal consejera de su esposo Túpac Amaru II. También Implementó un eficiente sistema de comunicaciones, organizando un servicio de chasquis a caballo que llevaban rápidamente información de un punto a otro del territorio rebelde.

Gregoria Apaza, era la generala y hermana de Túpac Katari, quien administró los bienes de los saqueos, organizó los campamentos y dirigió a los guerreros en el campo de batalla.  Apaza decide tomar su nombre de guerra y decide llamarse Túpac Katari, que significa “Serpiente luminosa». Luego se aleja con rumbo al norte para asegurar otras posiciones y deja a su esposa a cargo del cerco a La Paz.

El 17 de mayo, cuando el general José Sebastián Segurola se entera que los rebeldes eran comandados por una mujer, envió 300 soldados para destruir el cerco y capturarla. En este momento Bartolina Sisa resiste y logra su triunfo.

Rodean y emboscan a Túpac Amaru junto a su esposa Micaela, sus hijos Hipólito de 18 años y Fernando de 10, y varios de sus familiares. Torturados a interrogatorios para ubicar al resto de las tropas revolucionarias. El 18 de mayo de 1781 fueron llevados a la plaza de Armas del Cuzco para ser ejecutados. Micaela y José Gabriel fueron obligados a presenciar la muerte de su hijo. A su hijo Hipólito le cortaron la lengua por haber hablado en contra de los españoles y luego fue ahorcado. Luego obligaron a Túpac Amaru y a su hijo Fernando a presenciar la muerte de Micaela; le cortaron la lengua, su cuello como era delgado no alcanzaba al torno para ahogarla y la terminaron de torturar, la matan  a patadas en el estómago.

El ejército español comenzó a debilitarse por hambres, y la Real Audiencia de Charcas al enterarse envía 1.700 hombres para destruir el cerco.

El 30 de junio, los ejércitos indigenas se replegaron sin oponer resistencia y los españoles empezaron a incitar a la traición y a ofrecer indulto si entregaban o delataban a los cabecillas.

El 2 de julio, Bartolina se traslada desde El Alto hasta Pampahasi a causa de ese rumor.

Llega refuerzo para los españoles, sabían que los soldados no eran suficientes para la guerra, para ellos era necesario manipular la conducta del adversario para destruir su moral, lograr que se expandiera el rumor de que las tropas de Bartolina y Juan estaban derrotadas.

El trabajo clandestino de concientización, preparación y organización político-militar que organizó Bartolina junto a su esposo Katari, le llevó diez años.  Durante la guerra el virrey tomó varios nombres como Nina Katari.

LA TRAICIÒN A BARTOLINA Y TÙPAC KATARI

Bartolina viene por Tembladerani  y llega hasta Sopocachi, ahí algunos de sus acompañantes se contactan con los españoles y la traicionan. La capturan ese mismo día; 2 de julio de 1781 y la entregan a cambio del indulto, que finalmente no les fue concedido.

En La Paz recibieron a Bartolina con insultos y piedras. Por orden del general José Sebastián Segurola la torturaron y violaron en la prisión por haber humillado al poder colonial para obtener información sobre el campamento de guerra que organizó junto a su esposo, los rebeldes y para ubicar a Túpac Katari. Nunca develó ningún dato.

Túpac Katari intentó liberar a Bartolina Durante el segundo cerco, a través de varios intentos. Ofreció intercambiar a Sisa con el cura Vicente Rojas, hasta se ofreció él mismo si la liberaban.  Comprueba que al entregarse no la liberarían. El cerco a La Paz se reorganiza.

El 17 de octubre llegó de Buenos Aires un ejército de 7.000 hombres al mando de José de Roseguín, para romper definitivamente el cerco. Tras un mes de intensos combates. Lo que no lograron los enemigos lo logró otra traición; Túpac Katari se movilizó hasta Chinchayo, a las 02:00 de la madrugada del 10 de noviembre de 1781, fue entregado por la traición del primo de Bartolina, Tomás Inca Lipe, quien era su más cercano colaborador.

MUERTE DE BARTOLINA SISA Y TÙPAC KATARI

Luego de cuatro días de horribles torturas, el 15 de noviembre de 1781, Bartolina Sisa la  obligan  a presenciar el descuartizamiento público de su esposo  Túpac Katari en la plaza de Peñas, sus extremidades fueron amarradas a 4 caballos hasta descuartizarlo.

En un estudio realizado por el periodista y escritor colombiano; Hernando Calvo Ospina, titulado: La virreina Bartolina sobre la vida y obra de Bartolina y Túpac Katari, detalla que las partes del cuerpo de Katari “fueron repartidas y exhibidas por varios lugares para que sirviera de “escarmiento a los indios rebeldes”. La sentencia dijo: “Ni al rey ni al estado conviene que quede semilla, o raza de éste o de todo Túpac Amaru y Túpac Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en los naturales…”

“Luego muchas voces indígenas comenzaron a repetir que las últimas palabras de Túpac Katari fueron: “¡Yo muero hoy, pero volveré hecho millones…!”. Siglos después el irlandés Ben Kane se apropiaría de esa frase para ponerla en boca de su héroe, el gladiador Espartaco.”

A casi un año de encierro y tortura para vender a su gente, al amanecer el 5 de septiembre de 1782, el oidor Tadeo Diez de Medina pronunció la sentencia de muerte de Bartolina:

“A Bartolina Sisa, mujer del feroz Julián Apaza o Túpac Catari -se la condena- en pena ordinaria de suplicio y que sacada del cuartel, a la Plaza Mayor por su circunferencia, atada a la cola de un caballo con una soga de esparto al cuello, una coroza (cucurucho que se ponía, por afrenta en la cabeza de los reos) de cuero y plumas y una aspa afianzada sobre un bastón de palo en la mano, ya voz de pregonero que publique sus delitos sea conducida a la horca y se ponga pendiente de ella, hasta que naturalmente muera después se claven su cabeza y sus manos en picotas con el rótulo correspondiente, y se fijen para el público escarmiento, en los lugares de Cruz Pata, alto de San Pedro y Pampajasi, donde estaba acampada y presidía sus juntas sediciosas y, hecho, sucesivamente, después de días, se conduzca la cabeza a los pueblos de Ayoayo y Sapaaqui , de su domicilio y origen, en la provincia de SicaSica, con la orden para que se queme después de tiempo y se arrojen las cenizas al aire donde se estime convenir” (Archivo General de Indias. Buenos Aires 319).

La sacaron, le amarraron los brazos, le ataron una soga al cuello atada a la cola de un caballo fue arrastrada hasta morir cruelmente. Mientras era arrastrada desde el cuartel a la Plaza Mayor, un pregonero iba leyendo la sentencia al repique de tambores. Luego su cuerpo desnudo y destrozado, fue montado en un burro y expuesto ante su gente.

BARTOLINA, UNA INSPIRACIÒN PARA OTRAS MUJERES

El 5 de septiembre de 1983 en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, reunido en Tihuanacu, Bolivia, se instituyó el Día Internacional de la Mujer Indígena en honor de la heroína Bartolina Sisa.

Una de las principales organizaciones sociales de Bolivia es la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, que lleva el nombre de la heroína de la Independencia, Bartolina Sisa. En enero de 1980 se desarrolló el Primer Congreso Nacional de Mujeres Campesinas, instancia que dio lugar a la creación de la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia- Bartolina Sisa. La Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) fue la primera organización sindical que decidió crear una rama femenina, resultó ser también la primera y única organización femenina dentro de la Central Obrera Boliviana COB. La Federación Departamental de La Paz se funda el 22 de septiembre de 1982, dos años después de la entidad nacional.

Las mujeres de la Federación de Campesinas al momento de crear la organización, recordaron la figura de Bartolina Sisa, incluyeron su nombre en la sigla de la nueva Federación de Mujeres. Bartolina Sisa y Túpac Katari llevaron a cabo el cerco a La Paz del año 1781, hito de la resistencia indígena frente a la colonización española que marcó la memoria colectiva de los pueblos indígenas. A partir de entonces estos líderes son reivindicados como figuras representativas de la organización y resistencia de la lucha aymara-quechua.

La Llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia el año 2006, marcó un momento fundamental en proceso de reafirmación étnica para los pueblos indígenas. Para las bartolinas, el proceso de cambio defendido por el nuevo gobierno se constituyó como un objetivo a largo plazo que alcanzaría un trabajo de gran importancia para lo que hoy ha sido la construcción del Estado Plurinacional de Bolivia.

La Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” actualmente cuenta con dos radios; La radio La Voz Bartolina Sisa de Frecuencia Modulada (FM) 99.4 con 18 horas de emisión en la ciudad de La Paz, la cual se inauguró como parte del 35 aniversario de fundación de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas y la otra está en Tarija y funciona desde 2014. Se encuentra en trámite una tercera para las campesinas de Sata Cruz. El objetivo es que en los nueve departamentos las federaciones de esta organización cuenten con su propia radio.

Bartolina Sisa, sigue inspirando a muchas mujeres no solo en América Latina, sino en el mundo, quienes luchan incansablemente contra la opresión y la explotación que viven a diario como mujeres para alcanzar su participación protagónica en su cultura, en las comunidades, en la sociedad, en la política.  Las instituciones del Estado, las normativas, las leyes, entre otros, han mantenido por muchos años a las mujeres subordinadas dentro del sistema y estructura patriarcal. Históricamente las mujeres han adoptado múltiples estrategias en tiempos difíciles, en medio de la pobreza, la violencia, a medida que el sistema patriarcal fue tomando fuerza para conducir el mundo. Ellas continúan demandando el reconocimiento a su labor, a una mayor representación en el ámbito local, nacional y global. La sociedad patriarcal tiene una deuda histórica con las mujeres, y sobre todo con las mujeres indígenas; quienes vienen enfrentado la triple discriminación, racismo, por ser mujeres, indígenas, y vivir en condición de pobreza.

Por: Ana Delia Fernández Siijonoyu

Territorio Ancestral wayuu, Alta Guajira. Colombia

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