Asume un ustacha nazi y presagia el terror en Bolivia

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Si hay algo que para los próximos gobiernos de esta región (la más desigual del mundo) es prioritario en el tablero del ajedrez del mundo, es mantener viva la memoria.
Una vorágine de malas noticias llegan desde el país andino amazónico, son varias, son muchas y cuesta digerir, pero la designación de Branko Goran Marinković Jovićevic como ministro de planificación que ejercerá como “ministro de guerra interna” es la peor de todas.
Se sabe que muchos nazis se refugiaron en Sudamérica después de perder en la Segunda Guerra mundial, en Croacia hubo colaboracionistas que los llamaba ustachas que se fugaron y de golpe y porrazo en cuestión de una generación se convirtieron en poderosos en la región que arrastra un colonialismo de siglos.
Lo sucedido confirma la tesis esgrimida por Felipe Quispe “El Mallku” quien en estos últimos días cobró protagonismo a través de unas conversaciones difundidas en las redes sociales, el dice que a Bolivia lo gobiernan los extranjeros.
Branko Marinkovic que es menos “bocón” que Murillo pero que intentó separar Santa Cruz de Bolivia la década pasada tiene en común con “el bolas” su ascendencia croata. Durante siglos fueron alternando los criollos de distintos orígenes o “colectividades” o con distintas ideologías (de izquierda a derecha) y siempre los indios no pasaban de semiesclavos. Excepto en estos últimos 14 años.
No es que el gobierno de Evo haya sido “un gobierno de indios” como a veces se supone, unos pocos estaban en puestos de decisión, y algunos fueron prolijamente eyectados, en algunos casos con ardides afinados durante siglos. Errores propios también hubo.
Un ejemplo claro es el caso del actual Gobernador de La Paz, aymara como Evo, pero sociólogo que fue eyectado por descubrírsele conducir en estado de ebriedad. Fue “renunciado” y después armó su propio partido y le sacó la gobernación al MAS.
Esta noche no se si podrá dormir el gobernador de La Paz Félix Patzi porque estará en un dilema, ante este panorama radicalizado que parecería no admitir medias tintas.
Los peones que hoy administran el “Palacio Quemado” no están dispuestos a que las cosas se retrotraigan nueve meses atrás así nomás, quieren dejar “tierra arrasada” y dejar un país dividido, pero no literalmente.
El croata Marinkovic “blanqueó” de la via bélica para debilitar al que consideran “enemigo” porque saben que no alcanzaría ni con un fraude para mantener el poder. Los “cachorros” dormidos de la Unión Juvenil Cruceñista se activaron hoy para practicar el libreto que tuvieron ya en los primeros años del gobierno de Evo.
Saben que fallaron en el intento de dividir Bolivia en el 2008 con la famosa “medialuna” era un contexto regional donde estaban Chávez, Lula, Kirchner, Correa y el Unasur tenía peso. Ahora cuentan con la venia de Trump, los satélites europeos y los israelíes a su favor en medio de una pandemia que es el monotema.
Bolivia está a la vez al borde del precipicio y los que financian y auspician estos cantos de sirena de guerra, están ávidos de cobrarse sangre india para dejar terror y odio, que todos saben no construye y se tarda mucho tiempo en cicatrizar heridas.