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24 de mayo: Día de lucha contra el #racismo

(APC Bolivia). La forma misma de cómo nos enseñan nuestra historia en este continente da cuenta de una mirada racista, todo comienza en nuestros países desde la llegada de los europeos, o de la creación de los estados, los miles de años anteriores son la nada misma.

Aunque existe un “revisionismo histórico” intenta en los últimos tiempos dar cuenta de las atrocidades ocurridas para que estemos como estamos, no hace falta pensar mucho para darse cuenta de que los originarios de este Abya Yala fueron exterminados como en ninguna otra parte del mundo para que ocupen sus tierras enormes contingentes de europeos. Una vez consumada la faena sobre los restos de esos muertos se sentaron las bases de los países que habitamos. Por eso hablamos muchas veces de un racismo fundacional.

Además de que los sucesos del pasado determinan nuestro presente, a los mismos sobrevivientes de tamaño exterminio, que no comulgamos con el relato impuesto, nos vemos conminados a pensar con las parámetros de nuestros opresores.
Para justificar su plan de dominio del mundo, desde la culta Europa se pensaron categorías aún vigentes en el sentido común de amplias poblaciones del orbe, donde se justificada el “nuevo orden” dividiendo en razas (color de piel) ubicándose los creadores de esas categorías en la cúspide.

En esas condiciones se fundaron nuestros países y se dio el ordenamiento social que hoy continúa. Pelear contra algo que es parte nuestra es lo primero que hay que reconocer y no simplificar viendo a los fachos o el nazis como “el problema”.
Es por eso que el 24 de mayo de 2008 fuimos testigos de cómo poblaciones que interiorizaron esa forma de ver el mundo (que tenemos desde hace 500 años) vieron en otros (de su mismo color de piel) a enemigos que amenazaban sus privilegios.
Así esos #quechuas decididos a cambiar la historia con las reglas del juego de la democracia se manifestaron en Sucre para defender la Asamblea Constituyente que daría nacimiento al estado plurinacional.

Los ciudadanos de la capital, como pasó a fines de 2019, castigaron, humillaron y quemaron las wiphalas obligándolos a arrodillarse y besar los símbolos coloniales de la ciudad.
Crear las condiciones para comenzar a desnaturalizar este mundo que nos toca vivir es un comienzo. No alcanza en la conmemoración o mero recordatorio, son necesarias acciones concretas para desmontar lo edificado en siglos.
De esa acción racista de 2008 no hubo ningún sancionado y mientras la impunidad continúe es síntoma de que la cosa no pasa de lo simbólico.

FUENTE: Periódico RENACER https://www.facebook.com/542293725922416/posts/2257962321022206/

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