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Quememos todo

(APC Bolivia. Patricia Yallico). En este preciso momento histórico, en junio de 2022, en un paro nacional convocado por la CONAIE y organizaciones sociales, tenemos que evitar repetir los errores de 2019. Debemos aprender que la violencia con la que el gobierno nos responde no debe ser naturalizada. Discursos como “somos pacifistas”, “primero el cuidado” “ellos quieren bronca, nosotras no” son ridículos en un contexto donde al frente tenemos el aparato represivo disparando balas y gases a mansalva. No es momento de responder con flores a las balas, eso no nos hace creativos, sino imbéciles.
El gobierno de Guillermo Lasso mata con sus políticas económicas y no tiene reproche alguno de ningunear al movimiento indígena, a las mujeres y a los sectores sociales del país y hoy más que nunca está dispuesto a usar el aparato represivo amparado en la ley que el poder legislativo le entregó: “uso progresivo de la fuerza”. Esto se evidenció al momento de encarcelar a Leonidas Iza, presidente de la CONAIE y a otros/as luchadores/as. Sin embargo, ante la violencia del Estado hay quienes plantean tener una actitud “pacifista no violenta”. No seamos ingenuos, ahora debemos responder de todas las maneras posibles ante la represión y violencia estatal. Basta de discursos y acciones de “hippies pacifistas”.
Necesitamos molotov, llantas, antorchas y armarnos de todo a nuestro alcance para quemarlo todo, solo así tiembla el sistema. Ni todas las consignas antiburguesas, ni las diez mil «marchas pacíficas» van a incomodar a ningun ministro o asambleísta. Se nos ríen en nuestras caras y nosotras/os nos préstamos a ello. Jamás en la historia de la humanidad los pueblos triunfaron solo gritando, cantando o repartiendo flores.
Los asesinados y asesinadas por la represión estatal ecuatoriana en 2019 tienen que sentir que su muerte no fue en vano, y que hoy estamos dispuestos y dispuestas a todo y de todas las maneras posibles y en unidad, sin mediocres egos y limitadas estrategias, ni vernos como enemigos.
No solo vamos por los 10 puntos del paro nacional, no solo aspiremos a la revocatoria del presidente, vamos por todo. Este es el momento y somos la generación que marcará la diferencia. No podemos heredarle a las generaciones venideras únicamente consignas con miedo y el pacifismo burgues. La primera revolución es mental y de la mente hay que extirpar la actitud de “peón sometido” que hace lo que el “patroncito amito” permite. Tampoco la revolución se hace desde la comodidad de la casa y el escritorio.
En las comunas y en las ciudades actuemos de acuerdo al momento histórico y extraordinario que estamos viviendo. Inundemos las calles, de norte a sur, de trincheras, fogatas y amor revolucionario. Sin miedo, sin dudas, que el fuego de todos los volcanes de nuestro interior reviente y haga temblar la tierra.
FUENTE: FB ACAPANA